El jardín perdido

Imprès en una única edició de dos mil exemplars per compte de l’autor, en publicar-se no va aparèixer ni una sola ressenya a la premsa especialitzada. Però aquells dos mil exemplars continuen circulant. The Lost Garden, publicat el 1912, continua circulant avui dia per les escoles d’horticultura britàniques, encara que no figura entre els textos dels programes oficials.

Algunes cites del llibre:

Nuestras palas y nuestras azadas poseen una belleza que no se puede disociar de su utilidad, pues pertenecen a una cultura, en que lo bello y lo útil,     por mas que disguste  al filosofo burgués y al marxista,   son una misma cosa.

El jardinero no tiene mucho en común con la modernidad… es uno de los últimos disidentes del mundo moderno, uno de los pocos que  se atreven a desobedecer viviendo según  sus propios principios…y lo que lo hace mas conmovedor a mi entender es  que ni siquiera sea consciente de ello. ¡Un rebelde a su pesar!

Modestia…. “el camino hacia la obra se hace de rodillas” … un autentico jardinero ha de mostrar constantemente humildad y desaparecer ante su creacion.

Su papel consiste en proteger la vida favoreciendo el  crecimiento.

El hombre no deberia considerarse como el propietario de la tierra, sino como su custodio. ¿No es acaso lo que le piden los animales y las plantas?.

¿… no seria más sabio pensar[…] que el hombre puede dialogar de igual a igual con una brizna de hierba o  una montaña, pues forma parte de un todo que lo trasciende y con el que esta en todo momento conectado?.

¿No es esta la verdadera humildad que, antes o despues, el hombre occidental tendrá que volver a aprender?

[…] ¿y si no hubiera mas que este modo de hacer politica hoy en dia?.

Para conseguirlo hay que aprender el arte de mirar, y el de la paciencia, que hemos desaprendido hace mucho tiempo, y tambien, tambien y sobretodo, saber escuchar.

El lugar nos habla. ¿En que quiere convertirse?¿que tipo de jardín sueña con llegar a ser?.

Solo preconizo una forma de rebelión: la jardineria. Creen jardines!. Verdaderos jardines, naturalmente,  lugares insumisos, fuera de las normas, […] planten un jardin y cuidenlo. Y  protejan tambien aquellos que quedan y que resisten.

En nuestra época un jardín sigue siendo un extranjero o un superviviente. Hemos visto que en la sociedad moderna no tiene un verdadero lugar. Pues encarna todo aquello que la sociedad occidental ha dejado atrás, la poesía, la libertad, la felicidad profunda, sencilla de estar en el mundo.

… al que nunca he considerado de mi propiedad, esté bajo mi responsabilidad.

Y mis pensamientos vuelven como siempre hacia él, a aquel jardín  que se me parece, y a quien, sin duda, he terminado por parecerme un poco.

El jardín es salvaje por naturaleza. Alejarse demasiado de los orígenes como sucede hoy en día solo puede tener consecuencias nefastas.

Así, inmóvil, sentado sin hacer nada. Llega la primavera, la hierba crece por si sola.

… en lugar de afanarse sin cesar, ha de comprender donde se encuentra, cuales son las fuerzas que actúan en su jardín.

A veces, no hacer nada, es la mejor elección. “Wu wei” – No actuar – No intentar ir mas allá de lo que surge espontáneamente.

Marco Martella (Roma, 1962) dirigeix la revista Jardins des del 2010 i sota els heterònims de Jorn de Précy i Teodor Cerić, ha publicat El jardí perdut (2018) i Jardins en temps de guerra (2018), respectivament.

Una mica més sobre el llibre i De Precy AQUÍ

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